Sauvignon Blanc y Chardonnay son los vinos blancos más populares del mundo. Ambos por cierto, muy buenas opciones y a pesar de que existen algunas similitudes, hay diferencias importantes que nos ayudarán a identificar uno del otro.

Bien, allá vamos! La variedad Sauvignon Blanc se originó en Burdeos, Francia, pero fue en el Valle del Loira donde desarrolló todo su esplendor, se da principalmente en climas frescos lo que hace prevalecer su acidez. La Chardonnay sin embargo, originaria de la región francesa de Borgoña es más versátil adaptándose casi a cualquier clima.

Respecto a la forma, la variedad Sauvignon Blanc tiene racimos y bayas más pequeñas, mientras que la Chardonnay tiende a generar racimos más grandes y compactos y la baya también tiende a ser más grande. Como se trata de una variedad más neutra necesita de un poco más de trabajo en la bodega, con técnicas distintas.

El proceso de elaboración de cada uno es en gran parte el responsable de sus diferencias. En el caso del Sauvignon Blanc por ejemplo, con la cosecha y fermentación, se tiene gran parte del trabajo hecho (aunque hay Sauvignon Blanc más complejos que sí tienen algún trabajo adicional). Por su parte el Chardonnay necesita un poco más de elaboración; como es algún paso por barrica o alguna fermentación maloláctica (la fermentación maloláctica es una segunda fermentación que se da después de la alcohólica, que es hecha por levaduras) para poder entregar la complejidad típica de esta variedad.

En cuanto a sus sabores, el Sauvignon Blanc es un vino blanco más ligero y muy aromático, que explota en nariz con notas de frutas más bien cítricas como la lima y maracuyá y toques de durazno y pera entre otros. Por su parte en el Chardonnay se pueden identificar sabores de frutas como manzana y melón calameño y si ha pasado por barrica, presentará notas de crema, vainilla o mantequilla. De hecho cualquier chardonnay envejecido en roble desarrollará más cremosidad con toques de vainilla. Entonces, cuando busques un Chardonnay, hay dos estilos diferentes que podrás identificar fácilmente por el método de producción: con o sin barrica.

Para concluir, algunas de las diferencias entre los vinos blancos provienen de los distintos procesos de producción y también las zonas en las que se cultiva cada cepa. Sin embargo, no hay que olvidar que en cada variedad también pueden existir diferencias, dependiendo de cómo sea el trabajo en bodega.

¿Y tu cuál prefieres? Salú!

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